Durante el siglo XIII, la enrarecida situaci�n entre los reinos hizo que la fortuna que D. Diego Mart�nez de Marcilla amas� durante su viaje a tierras lejanas, tuviera que ser transportada en forma de documento de pago (pagar�). Esta modalidad ten�a la ventaja de no tener que transportar moneda durante los viajes, lo cual disminu�a el riesgo de ser asaltado.

   Al llegar Don Diego a la ciudad de Teruel, no tuvo m�s remedio que buscar personas que le hicieran efectivos los pagar�s que acreditaban su fortuna. Al poco de buscar, se puso en contacto con un grupo de cambistas, Los Cambistas de Vell�n, integrado por personas de diverso origen y etnias que le facilitaron, tras diversos avatares y transacci�n correspondiente, moneda de vell�n� con la que hacer frente a los futuros gastos que pensaba realizar.

   El protocolo de verificaci�n de los pagar�s consist�a en descifrar las contrase�as personales, que s�lo conoc�an los cambistas, acreditando as� la validez de los  documentos cambiarios. Este protocolo es el que Los Cambistas de Vell�n desarrollan en la historia de las Bodas de Isabel de Segura.

Cambistas, dando buena cuenta de los dividendos ...

   Otra actividad del grupo de Los Cambistas de Vell�n es la culinaria. La gastronom�a del Siglo XIII, tras el cruce de culturas en la ciudad de Teruel se basaba de modo fundamental en el cordero, elemento admitido por las tres culturas que entonces conviv�an: la jud�a, la musulmana y la cristiana.

 VESTIMENTA

   El grupo de personas, unas veinte, que integran Los Cambistas de Vell�n es muy heterog�neo, (�rabes, jud�os, soldados, cl�rigos, damas,...), no existe por tanto, una uniformidad determinada.
 

� El vell�n de ley equival�a a tres dineros de plata en vez de cuatro (la inflaci�n por supuesto)  fue emitido por el rey Jaime I  y declarado por las Cortes reunidas en Monz�n perpetuo e inalterable. �La moneda aragonesa�. Autor: Antonio Beltr�n Mart�nez.