Las labores que realizamos a lo largo del día son variadas: sacamos los ganados al monte, ordeñamos las vacas y cabras, limpiamos los establos y elaboramos productos como queso, mantequilla y requesón. Además, una vez al año, hacemos la esquila con la que obtenemos lana para fabricar jergones e hilo para confeccionar prendas de vestir.

    Somos un gremio importante en la economía turolense de la Edad Media, pues además de imprescindibles para la alimentación, también lo somos para el transporte, el laboreo de los campos, el vestido y el calzado e incluso para el campo intelectual puesto que la escritura se plasma en vitelas y pergaminos extraídos de la piel de nuestros animales.

     El Fuero de Teruel recoge reglas y medidas acerca del cuidado de los ganaderos, de la producción de corderos, retribuciones salariales de los pastores, aprovechamiento de las áreas de pasto, régimen tributario y del comercio de la ganadería. Gracias al acuerdo firmado en 1239 por el rey don Jaime I de Aragón y don Pedro Fernández de Azagra se nos abre el mercado de venta de ganado hacia territorio musulmán, lo que permitirá que se conozcan las excelencias de nuestra carne más allá de nuestro reino.