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CASA
SANTIAGUISTA
DE LA MERCED |
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QUIENES ERAN
Su nombre primitivo Los frates de Cáceres, remontan su origen a
agosto de 1.170, fue su fundador Pedro Fernández, a quien
Fernando II de León encomendó la defensa de la ciudad de
Santiago, recientemente conquistada.
Su misión era la defensa y expansión de la fe cristiana mediante
la lucha contra los musulmanes de la península, aunque luego
pasaron al norte de África e incluso a Jerusalén.
Alfonso VII, les cede la villa de Uclés, donde se establece un
comendador.
El crecimiento de la nueva orden fue rapidísimo y provocó
algunos roces con la O. de Calatrava, que les cedió Ocaña y
sobre todo con el Arzobispado de Toledo, en cuyas tierras tenían
los Santiaguistas sus mayores intereses. Santiago como las demás
O. son los principales responsables de la repoblación de la
meseta sur en el s. XII.
Las zonas de mayores posesiones Santiaguistas a finales del s.
XII fueron el sudeste de Galicia, el noreste de Burgos, Asturias
de Santillana, valle medio del Duero, obispado de Cuenca y
numerosos puntos de la actual Extremadura.
Uno de los fundadores de la O. de Santiago se separó a los pocos
años y creó la O. de Santa María de Montegaudio, de regla más
rígida, unida luego al Cister y conocida como O. de Monsfragüe,
hasta su fusión con la de Calatrava
ORDEN DE SANTIAGO. (1.170-1195). En Teruel (1.200) <Hermanos de
la Caridad de Teruel de la Orden de Santiago> mas tarde casa de
la Merced, con la iglesia de San Marcos, absorbida después por
la Encomienda de San Marcos recibiendo el nombre de <Casa y
Encomienda de San Marcos>, obtiene su patrimonio de las casas de
Azagra y Varea, recibiendo protección real muy tarde con Jaime
I.
Doña Sancha y Don Lope de Varea crean primero la Casa
Santiaguista de la Merced de redención de cautivos, mas tarde
esta ya viuda crea la Encomienda de San Marcos o Casa de San
Marcos con lo que era en principio la Casa Santiaguista.
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El primer documento en el que se tiene constancia de los
Santiaguistas en Teruel se les denomina Hermanos de la Caridad
de Teruel de la Orden de Santiago.
Según López Arguela (historiador), la Casa de la Merced primera
creación de Dª. Sancha y Lope de Varea, bien pudiera ser la del
redentor de Teruel que fundó el rey Alfonso de Aragón en 1.188
que dio a la milicia de Montegaudio para redimir cautivos, para
que en 1.196 fuera dado a los Templarios, hasta que Lope y
Sancha intermediaran y gracias a su influencia pasará al
Hospital del Redentor a manos Santiaguistas; otros dicen que el
Redentor estuvo en manos de la O. de Montegaudio hasta 1.188 y
que en 1.196 fue dada a los Templarios junto con todos sus
bienes, por otra parte queda demostrado así, que existían las
dos Ordenes en Teruel, tanto la del Temple como la de Santiago. |
Podemos decir que la presencia Santiaguista en Teruel fue
introducida en Teruel por gentes de primera nobleza, tratándose
así de una fundación privada sin ningún documento papal ni real,
(hasta finales del siglo XIII).
Inmediatamente después del paso de Teruel a manos cristianas
aparece una Orden fundada por un excaballero de Santiago, (no se
sabe muy bien si fundador de la O. o encomendador de la O. en
1.172 y 1.173), llamado Rodrigo Álvarez de Saria y de la O. de
Montegaudio, el tal Rodrigo es hijo del segundo conde de Sarria
(Álvaro Rodríguez) y de la infanta Sancha, a quien Alfonso VII
dona la Villa de Meira donde en 1.192 los monjes de Claraval
habían fundado una casa. No se sabe porque el Conde Rodrigo
Álvarez abandonó la O. de Santiago pero su paso fue rápido y con
éxito ya que en 1.174 recibe al mismo rey Alfonso II en Alfambra,
en 1.175 el mismo rey concede a la nueva O. Fuentes de Alfambra
y en 1.182 Orrios, dándose por fundada la O. de Montegaudio,
aunque poco mas tarde todas sus pertenencias, que se habían
incrementado hasta 1.186, pasarían a la O. del Temple, aunque
una espada en su sello inspiran una tendencia Santiaguista.
ORDEN DE SANTIAGO EN TERUEL
Anteriormente a la de Santiago, fueron las O. de Temple,
Hospital y Calatrava, una vez terminados los conflictos entre
esta última y los Santiaguistas por el intento de dominio de la
de Calatrava sobre la de Santiago, se pasó a una colaboración
que fue tónica general entre las O. militares, la ayuda mutua
fue decidida entre los freiles del Temple, Hospital y Santiago
en 1.178. Otro acuerdo, de colaboración, se tomó entre la O. de
Calatrava y Santiago en 1.221 que fue renovado en 1.243.
Además se asociaron en aspectos políticos, de administración
local y consejo real. Por acuerdo de 1.178 los Santiaguistas,
Templarios y San Juanistas, debían defenderse ante cualquier
persona incluso el rey, en las disputas con los Obispos y las
ciudades.
Las O. militares tenían mutuas obligaciones de hospitalidad
hacia los freiles de unas u otras O. los Santiaguistas disponían
reverencia hacia el Temple, San Juan y Santo Sepulcro, las
buenas relaciones podían haber originado el paso de una O. a
otra O. y sin que debería de haber mayor problema, pero esto se
intento evitar por todos los medios, prohibiendo el paso de una
O. mas severa a otra menos. La O. de Santiago fue la menos
rígida, por eso recibió pocos freiles procedentes de otras O.
En el acuerdo de 1.178 se acordó que cualquier disputa entre dos
O. debía de ser resuelta por la tercera, mas tarde se establecen
otras normas para solucionar los problemas, pero siempre los
intentaran solucionar entre ellas para evitar los elevados
costes de pleitos bien eclesiásticos o reales.
Hay que tener claro que la Casa de la Merced de Redención de
Cautivos de los Santiaguistas no era el Hospital de San
Redentor, que pertenecía a los Templarios.
El primer documento que sitúa a los Santiaguistas en Teruel data
de 1.200. en julio de este año Miguel de Santa Cruz arrienda a
los hermanos de la Caridad de Teruel de la O. de Santiago la
hacienda que posee en Ornos hasta Tortajada, (Miguel de Santa
Cruz era un personaje principal entre los ricoshombres de
Aragón, que acompaño a Alfonso II en la reconquista de Teruel y
fue señor de Teruel de 1.177 a 1.182 y en 1.185), aunque era
originario de Huesca y al final de su vida regreso allí, durante
todo este tiempo se había hecho con cierto número de propiedades
que arrendó en 1.200 a los Santiaguistas.
En 1.220 el título de Santiaguistas había cambiado y existían
bajo el título de la Casa de Merced, con la Iglesia de San
Marcos.
En 1.220 Egido de Leforín, (del que hablaremos mas tarde), deja
en su testamento a sus mayores beneficiarios a los del Temple y
el Hospital, pero fundó un aniversario en la Iglesia de San
Marcos, dando para misas 100 jucefinos y encarga a Dª Sancha, ya
viuda, a P. González y a fray Domingo, hacer cumplir su
testamento, a la vez que dispone que sean entregados dos moros
que si mueren o huyen en el plazo de un año después de su muerte
los Templarios deberán dar a la casa de la Merced 100 jucefinos.
El mismo testamento deja una cláusula en la que deja a Dª Sancha
a su hijo Fernando López y a Martín Egido de Leforín con la
obligación de prestar auxilio a los freiles favorecidas en
samento.
En septiembre de 1.220 hace testamento el hijo de Dª Sancha y
nombra sus albaceas a su madre, su hermano Fernando el Aragonés,
su hermano Fernando el Castellano, a su abuelo Pedro Fernández
Santa María de Albarracín, Pascual Muñoz y a fray Domingo.
Debió tratarse de un hijo natural de Lope de Varea ya que
siguiendo la regla de la proginie superflua, se convirtió en
freile de Santiago, gravitando durante los primeros años de la
O. de Santiago sobre este personaje, también pide en su
testamento ser sepultado en la iglesia de San Marcos, junto a su
padre.
En 1.221 Dª Sancha compra una heredad en Torremocha, que dona a
la casa de San Marcos, actuando como testigos fray Domingo y P.
González, en un segundo documento es un tal Martín Pérez quien
recibe en nombre del Maestre y convento de Uclés la heredad de
Torremocha siendo fray Domingo testigo, pero sea como fuere
queda patente su papel dominante en la casa de la Merced y de
San Marcos y esta debió de ser una de las razones por la que su
padre López de Varea se acerca a la O. de Santiago.
El número de freiles de la comunidad Santiaguista era, al menos,
cuatro en Teruel y seis en Castellote.
El lugar ocupado por la casa de San Redentor era cercano a la
puerta de Valencia ahora Plaza de San Juan, junto al portal de
la ciudadela o fuerte de la Villa, allí instalo Alfonso II la
fuerza de choque creada por el Conde Sarria en la casa de San
Redentor, donde vivía D. Pascual de Muñoz, ocupando junto con
los Templarios los dos puntos mas estratégicos de Teruel.
En 1.241 Dª María mujer de D. Pedro de Monzón, en su testamento
aneja a la encomienda de Villel la casa de San Redentor.
En 1.206 Pedro de Castelnovo, compró a Dª Armesen, viuda de
Arnaldo de Anglerola una Villa en Vega Dornos de Teruel por 300
sueldos y aparece el comendador con unos freiles que debían ser
de la casa de San Redentor( frai Petrus capellanus Sancti
Redemptori, et frai S. de Pujo, et frater Brun et Frater
Guillelmi), y como testigos de este documento aparecen además de
otros Lope de Varea y Pascual Muñoz.
En un documento de 1.259 aparece que San Redentor y la Merced
poseían tierras contiguas.
A finales de siglo XIII, el capellán de la iglesia de San
Redentor administra las tierras de la O. en esa zona (Villel)
en la casa de Teruel también se custodia la pecha pagada a la
Corona por la aljada judía.
No faltan disputas entre la casa de la Merced y la de San
Redentor, como confirma una sentencia confirmada por Jaime I, en
la que se disputan ciertos sarracenos cautivos, (posiblemente
los mencionados anteriormente).
La casa de la Merced y San Redentor cesan su actividad de
redención de cautivos casi al mismo tiempo y sus iglesias serán
demolidas en el siglo XVIII.
A principios del siglo XIV las posesiones del Temple,
Montegaudio y San Redentor pasan a la O. de Santiago de
Jerusalén.
LOS LEFORÍN
El primero del que se tiene constancia era fiel del segundo
soberano de Albarracín, igual que Lope de Varea, y en su
testamento deja a este una renta de 100 maravedís anuales, a
Juan de Leforín, a su mujer, a una sierva, y a dos armigeros;
los Santiaguistas debían de proporcionarle alimento, dos
cabalgaduras y vestido una vez al año, además a Juan, caballo y
armas, este perteneció como Lope de Varea a los Caballeros de la
Corte de Albarracín.
Eugenio fue quien deja dos moros al cuidado de la casa de la
Merced, cuyo interés es el rescate que podían pagar por ellos o
intercambiarlos por un prisionero cristiano, previo pago por
parte de los interesados de los gastos ocasionados por los
moros.
Las realizaciones de la O. de Santiago en Teruel, entre 1.200 y
1.220, no se explican sin conocer los contactos entre Lope de
Varea y Dª. Sancha con la encomienda de Castilla y Uclés, que
determinan el arraigo Santiaguista en Teruel.
Entre 1.195 y 1.201 Lope de Varea se encuentra en Uclés para la
heredad de Villar de Cañas y Tegeras de D. García Ezquerra, que
a su vez se la había donado Alfonso II, por lo que Podemos
colocar a García Ezquerra entre los ricoshombres que ayudaron a
Alfonso II en la ocupación de Teruel; García Ezquerra había
dejado su hacienda a Martín de Leforín y a su sobrina, en vida;
así pues se puede pensar en las relaciones de parentesco entre
Vareas, Azagras, Leforín y Ezquerras, como también se puede
pensar que los dos puntos de penetración de la O. de Santiago
fueron Albarracín y Teruel y que en Aragón se estableció la O.
después de hacerlo en Castilla y León.
Entonces la cosa queda mas o menos así, D. Lope de Varea y Dª.
Sancha hacen un apaño con la O. de Santiago en Uclés (con su
prior y convento) sobre las heredades de Biezna y Villarubia,
quedando estos empeñados por los 500 maravedís chinos, con el
compromiso de que si no son rescatadas (Biezna y Villarrubia)
antes de su muerte (del Prior) pasan a la O. de nuevo y los 500
maravedís se quedan como cuota por las almas.
Al morir Lope de Varea, Sancha se encarga de todo, culminando lo
empezado por él, ya que recibe Bieznna y la mitad de Villarubia
en usufructo vitalicio, con todo, vasallos, molinos, huertos,
cañas, etc…
Resumiendo lo máximo, debido a la situación geográfica de Teruel
y el aprovechamiento de ésta para el inicio de la reconquista de
Valencia, la reciente ocupación de esta ciudad (Teruel) por los
cristianos y que la frontera entre moros y cristianos se situaba
en Villel, es evidente que en esa época urgía una casa para la
redención de cautivos y su aprovechamiento para la batalla, para
usarlos como esclavos (los no reconvertidos), como vasallos y
para repoblación, (echo este del que hablaré mas tarde por su
enorme importancia para entender todo este lío) es entonces
cuando aparece Lope y Sancha, que debido a heredades procedentes
de Uclés (Cuenca) y de Albarracín, tales como la casa de San
Marcos o la de la Merced y por la influencia de algunas
amistades de estas familias de procedencia Santiaguistas y al
ser una Orden establecida en Teruel, con capital e inmuebles de
procedencia privada, se opta por apoyar a la O. de Santiago para
que se ocuparan de la redención de los cautivos.
LA REPOBLACIÓN
Hay que tener en cuenta que conforme se iba avanzando en la
reconquista por parte cristiana y que empezó desde Cantabria y
Vasconia, las tierras se encontraban sin nadie para que las
cultivara o las ocupara y los pocos hispanogodos que quedaban,
para repoblarla, huyeron tras la batalla de Guadalete, y la
población de entonces que estaba diezmada por epidemias y
guerras, la única solución era aprovecharse de los renegados,
como delincuentes, asesinos, etc... o de los musulmanes y judíos
reconvertidos o no reconvertidos (se trasladan alrededor de
10.000 para Aragón), en el primer caso las culpas imputadas a
esta gente eran perdonadas si se iban a primera línea de
frontera para repoblar (fuero de Sepulveda) y en el segundo se
les dejaba la tierra a rento a esta gente se les denominaba
exáricos, convirtiéndose la mayoría de la población musulmana en
rural.
Bueno pasan los años allá por 1999 y unos cuantos locos como
Juan Carlos, José Antonio, Víctor y Emilio piensan en la
posibilidad de reemprender la dura tarea de redimir a cautivos
del vicio, aunque en el intento deban de ser abandonados por sus
felices y hasta ahora parejas, aunque de sus desdichas y
hazañas, la historia se encargará de relatarlas.
JERARQUÍA Y ORGANIZACIÓN DE LA O. DE SANTIAGO
En Montalbán a su frente un <tenent lugar de prior>, sometido al
prior de Uclés como máxima jerarquía de la O. de Santiago, era
este el que se encaraba de su nombramiento.
En la O. de Santiago no se exigía el celibato de los freires y
las mujeres eran aceptadas como Santiaguistas de pleno derecho;
nuevos freires ingresaban con sus mujeres directamente, otros al
quedar viudos contraían de nuevo matrimonio, hasta 1.252 que se
dictaron algunas normas que frenaban la licencia de matrimonio,
junto a los freires casados o no formaban parte del convento de
Montalbán los clérigos.
Podemos así hablar de la gran familia Santiaguista en la que los
freires tras el abono de algunas rentas o bienes encomendaban a
sus hijos a la O. de Santiago para que recibieran una adecuada
educación y muchos de estos tras abandonar sus estudios a los 15
años quisieron pasar a engrosar las filas de la O. de Santiago
en comarcas Aragonesas.
En Montalbán los freires casados abandonaban sus hogares y
estaban obligados a residir en la casa conventual en Cuaresma y
Adviento, las mujeres ausentes sus maridos, bien por
expediciones bélicas o en esas etapas litúrgicas pasaban a
vivir, si lo deseaban, en conventos de monjas para llevar una
vida de retiro y oración.
En 1.275 aparece Alfonso Bordallo, como comendador mayor de
Montalbán, rigiendo los dominios Santiaguistas en Aragón.
Las obligaciones del comendador eran:
- Hacia Uclés: - Asistencia a los Capítulos Generales.
- Rendir cuentas sobre lo acaecido en la encomienda
- Envío anual de los diezmos.
- Etc...
- Militares (al servicio de la corona).
- Acudir prestamente a defender la frontera.
- Tener en sus castillos freires Santiaguistas.
- Dar vestimenta a los clérigos de Montalbán.
- Dejar en testamento cierta cantidad para los vasallos.
- Velar por los freires del convento mediante el consejo y él
otorgamiento.
- Subcomendador: Era el sustituto del Comendador, en el que se
delegaba una
campaña militar, asuntos económicos relacionados con la
Villa de Montalbán.
En 1.265 el comendador era Gonzalo Rodríguez Girón, casado con
Dª. Elvira Díaz de Castañeda, quien prestó todo su apoyo a Jaime
I, sin solidarizarse con los ricoshombres de Aragón,
coincidiendo con unos años turbulentos en el reinado de Jaime I.
En 1.269 parte Gonzalo Rodríguez con un buen número de
Santiaguistas hacia tierra santa y unidos a esta cruzada los
maestres del Temple y del Hospital, fracasando esta cruzada y
regresando a las costas catalanas. En 1.275 Gonzalo Rodríguez
alcanza el título de maestre de la O. de Santiago.
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